miércoles, 13 de diciembre de 2006

Jamil

Se pasó dos días enteros diciéndome ‘Kiss me, Carmen, kiss me’. Creo que le divertía la cara que ponía mientras le decía ‘la, la, laaaa, don´t say that!’ (No, no, noooo, ¡no digas eso!). Me miraba y se reía. ‘No te enfades’, solía decir, ‘es broma, es broma’. Yo me reía también con él y le decía que estaba loco.

Hacía un calor terrible y seguíamos pintando el mural en la pared. Él daba vueltas, preguntaba si podía ayudar y, de vez en cuando, se llevaba mis gafas de sol. Puede parecer una tontería, pero es realmente complicado pintar sobre una pared completamente blanca a la una del mediodía bajo un sol de justicia: terminas medio ciego.

Terminé por dejar el pincel y la palabra Salam a medio colorear y me senté un rato a la sombra. Al poco volvió él, con mis gafas puestas, y se sentó a mi lado. “¿Estoy guapo? ¿Cómo me quedan? Sura, sura”.

Le hice la foto o, mejor dicho, nos hicieron la foto; con y sin gafas de sol, sentados, de pie, riendo… le encantaba posar.

Terminó el campo de trabajo y desde el día en que nos despedimos, no volví a saber nada de él… hasta hace unos días.

Hay una carretera que baja desde el asentamiento israelí convertido en base militar hasta el campo de refugiados de Askar. Los soldados se pasean a menudo por allí con sus jeeps, demostrando quién manda. Dan vueltas, hacen gala de su prepotencia y esperan a que aparezcan los críos.

Jamil esta vez estaba allí con unos amigos. Comenzaron a tirar piedras contra los vehículos que se paseaban a sus anchas, haciendo caso omiso de las resoluciones de la ONU, por el único pedazo de tierra que los refugiados palestinos pueden considerar como su casa después de haber sido expulsados en 1948 de su verdadero hogar.

Los soldados israelíes, bien protegidos con sus equipos y siempre dentro de sus jeeps, dispararon para defenderse… Y, como suele suceder, una de las balas de defensa fue directa a la cabeza de alguien: esta vez de mi joven amigo.

El cuerpo, demasiado pesado para que sus compañeros, más menudos que él, pudieran llevarlo en volandas, fue medio arrastrado hasta el campo de Askar.

De poco sirvió.

Lo único que me sale decir es ‘Soura, soura!’ (foto, foto!)

¿Dónde están las cámaras del mundo cuando se asesina a un niño palestino?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

i am very proud of you carmen, i can't understand spanish, but i am sure of the great words you are writing about palestine and jameel. i am so sad for that, but we have to keep faith and courage and inshallah the best is yet to come


ala yousef

Anónimo dijo...

Dear Carmen,
People like you make me believe again.

Thanks for writing about it

May Allah bless u

Anónimo dijo...

gracias Carmen por estar ahí... las cámaras del mundo no lo contaron pero tú nos prestas tus ojos

Anónimo dijo...

Ala Yousef and jiham! Let me tell you that Carmen has an outstanding sense of journalist!!! i´m really proud of her too! I speak spanish and i assure you everything she writes is the truth!!
Carmen; aprovecho para saludarte después de leer tu nuevo post. Seguimos en contacto!
México

...y volverán dijo...

Dear Ala' and Jihan,

I do hope those words will be useful somehow...

I am sure that, as you said, 'the best is yet to come'. Never give up... that is what I learnt this summer in Nablus.


Thank you for posting it.

Carmen.

Y Miguel... gracias por seguir leyendo ;)