La cobertura mediática de las guerras tiene, entre otros efectos negativos, el de resaltar los tanques y las bombas por encima de todo lo demás. No me entendáis mal: por supuesto que hay tanques y bombas, pero ¿dónde están las historias que esos tanques y bombas destrozan?
Vemos a la gente ahí, en nuestra pantalla del televisor, llorando unos, clamando venganza otros, pero ¿qué es lo que les ha pasado?, ¿cuáles son sus historias particulares?.
Ver la imagen global nos impide acercarnos a ellos como iguales.
Recuerdo que la primera vez que fui a Palestina me impresionó ver cómo, en un rato de descanso entre actividades, los niños del campo de refugiados en el que estábamos jugaban a "soldados y palestinos". Todo sigue igual.
Os dejo el vídeo y la pregunta del padre de uno de los niños: "Si fuera vuestro hijo, ¿qué haríais?".
Vemos a la gente ahí, en nuestra pantalla del televisor, llorando unos, clamando venganza otros, pero ¿qué es lo que les ha pasado?, ¿cuáles son sus historias particulares?.
Ver la imagen global nos impide acercarnos a ellos como iguales.
Recuerdo que la primera vez que fui a Palestina me impresionó ver cómo, en un rato de descanso entre actividades, los niños del campo de refugiados en el que estábamos jugaban a "soldados y palestinos". Todo sigue igual.
Os dejo el vídeo y la pregunta del padre de uno de los niños: "Si fuera vuestro hijo, ¿qué haríais?".
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