A veces, bastantes, me quedo sin saber qué decir cuando la gente me mira con cara de estar viendo algo raro y me pregunta eso de 'pero... ¿cómo?'. Ese cómo tiene muchas muletillas, a saber: pero cómo se te ocurre ir allí, pero cómo lo decidiste, pero cómo te atreves a volver, pero cómo es que no piensas en tu familia, pero ¿¿cómo, cómo, cómo??
Para mí es algo tan natural pensar lo que pienso, que se me hace difícil hacérselo entender a los demás. Supongo que es el resultado de un proceso lento y largo, que va tomando forma y sentido dentro de ti de un modo más o menos consciente hasta llegar a formar una maraña de sentimientos y pensamientos bastante complicada de desmadejar. Es de esas veces que ves algo tan claro que te dan ganas de decir: ¿¡pero cómo es que tú no lo ves!?.
Pero tampoco se puede pretender entender en un día lo que lleva años formándose.
Aún así, lo peor no es eso: lo peor viene cuando después de ir buscando mentalmente respuestas asequibles a todas sus preguntas mientras sus cómo se van acumulando en la conversación, vas y das una respuesta que tú consideras decente... y plaf! bofetón de realidad! No lo entienden. A veces eres demasiado emocional; otras, demasiado fría; otras, es que te aburres y por eso vas a Palestina.
Así que mis queridos compañeros de país, la mayor parte del tiempo a lo máximo que llegan es a pensar que lo que digo no tiene ni pies ni cabeza y que es mejor darme la razón como a los tontos, o sonreír condescendientemente.
Luego tenemos a mis queridos israelíes... ¿cómo les vas a hacer ver tú que la gente que ellos creen que les quiere matar en realidad son personas corrientes y molientes que sólo quieren una vida normal? ja! milagros, los justos.
Así que Carmen termina como un test de autoescuela, con tres únicas opciones posibles:
a) Está como una cabra
b) Está (muy) equivocada
c) Las dos anteriores son respuestas válidas
Viendo mi fracaso más o menos estrepitoso en esto de la comunicación con mis semejantes, he decidido dejaros aquí un enlace a las impresiones de los voluntarios locales e internacionales del campo de trabajo Hope for tomorrow, que ha tenido lugar este verano en Nablus (y sí, lo sigo poniendo sin tilde porque, bien pronunciado, la fuerza no recae en la 'u' sino en la 'a').
¡A ver si ellos tienen más suerte!
Naser
"I want to say that there are many experiences that can teach you something in your life, but gathering people from different countries, living together, sharing time, efforts, food, feelings, tears – I think this was one of the most powerful experiences I have ever had."
Anna/Czech Republic
"Zajel gave me the chance to move beyond the second hand accounts about Palestine and to see with my own eyes. Now I can challenge biased accounts in the public perception by drawing on direct experience. My stay in Palestine nourished my critical thinking and my appreciation for freedom and social justice. It also showed me how much work still has to be done until Palestinians and Israelis can live together in peace and dignity. Nevertheless, I leave with 'hope for tomorrow'. Life goes on in Palestine, this much is for sure. All in all I think that Zajel is a very good program, and I'm deeply grateful to everyone who made it happen"
Hope for tomorrow
Summer Work Camp
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