sábado, 9 de mayo de 2009

La china en el estanque


"Una china tirada a un estanque suscita ondas concéntricas que se extienden sobre su superficie, involucrando en su movimiento, a distancias distintas, con distintos efectos, al nenúfar y al junco, al barquito de papel y a la balsa del pescador. Objetos que se mantenían a su aire, en su paz o en su sueño, son como reclamados a la vida, obligados a reaccionar, a entrar en relación entre sí. Otros movimientos invisibles se propagan en profundidad, en todas las direcciones, mientras la china en su caída remueve algas, espanta peces, provocas siempre nuevas agitaciones moleculares. Cuando al fin toca fondo, subleva el barro, empuja a los objetos que yacían allí olvidados, desentierra, acaecimientos o microacaecimientos, se suceden en un tiempo brevísimo. Aun teniendo tiempo y ganas, ni siquiera sería posible registrarlos a todos, sin omisiones.

No de otro modo una palabra, lanzada a la mente por azar , produce ondas de superficie y profundidad, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, atrayendo en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que interesa a la experiencia, a la fantasía y al inconsciente, y que es complicado por el hecho de que la misma mente no asiente pasiva a la representación, sino que interviene en ella continuamente para aceptar y repeler, enlazar y censurar, construir y destruir."


Gramática de la fantasía, Gianni Rodari.




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