martes, 6 de enero de 2009

Queridos Reyes Magos


Hoy era víspera de Reyes y mi coche se ha quedado atascado en una marea de gente esperando a ver a Sus Majestades.

Como no llegaba a la convocatoria de las 19h frente a la Embajada de Israel, me he ido directamente a Sol.

Cuando he llegado, a las 20.05h, no había ni un alma. He visto unas vallas azules y un puestecito que repartía folletos en contra de la venta de pieles de animales. He llegado a pensar incluso que igual habían cambiado el programa y habían decidido quedarse en la embajada.

Me he ido a Fnac y me he vuelto loca buscando el libro All that remains. Llevo tiempo queriendo leérmelo. Así, de paso, sentía que no había ido en vano hasta Madrid. ¡Convencida estaba yo de que se había anulado la concentración en Sol!.

Aún andaba perdida entre estanterías, cuando Shamej me hizo una perdida.

Vaya, al final ha venido.

Dejé mi infructuosa búsqueda para otro momento y salí a la calle.

Había poquísimas personas, así que me fue fácil encontrarle.

Es curioso cómo se va conociendo a la gente que asiste siempre a este tipo de cosas. A veces tengo la impresión de que voy más a un encuentro familiar que a una manifestación.

Después de una hora y media, más o menos, hemos dejado la plaza. Y en ella, carteles pidiendo a los Reyes Magos un poco de paz para los niños en Gaza.

Pobres Reyes, qué cosas tan difíciles les pedimos: una cosa son los deseos y otra, los milagros.




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