No sé exactamente por qué es ahora cuando estamos viendo este vídeo a cada rato, en todos lados, pero me alegro de que haya salido a la luz.
Hace ya más de diez años que esa conferencia tuvo lugar y las cosas apenas han cambiado: en algunos casos, incluso, están peor; en otros, se mantienen como antes. ¿Alguien me podría decir qué ha mejorado?.
El otro día leí, no recuerdo dónde, que es mentira que la historia se repita. Miro a mi alrededor y veo lo mismo, una y otra vez; quizá con diferentes actores, pero en los mismos escenarios y con los mismos papeles aprendidos. Y cada persona que pasa por este mundo perdiendo la fe en el cambio, la capacidad para ver las cosas de forma diferente, es una oportunidad única perdida para transformar la realidad que tenemos y que se presenta, para tantos, tan injusta.
No deberíamos permitirlo y, sin embargo, lo hacemos.
Hace unos cuantos años, en una discusión sobre la guerra de Iraq, alguien me dijo que "para que nosotros vivamos bien, otros tienen que pasarlo mal".
Esa es la lógica que parece imperar.
Somos incapaces de mirar más allá del beneficio propio, obtenido de forma rápida y a bajo coste. Somos incapaces de mirar a otros a la cara y reconocernos en ellos. Y, por supuesto, estamos demostrando también ser incapaces de cuidar de este planeta en que vivimos.
Igual es cierto que la historia no es cíclica y lo que ocurre, aún peor, es que la historia, nuestra historia, está estancada.
Hace ya más de diez años que esa conferencia tuvo lugar y las cosas apenas han cambiado: en algunos casos, incluso, están peor; en otros, se mantienen como antes. ¿Alguien me podría decir qué ha mejorado?.
El otro día leí, no recuerdo dónde, que es mentira que la historia se repita. Miro a mi alrededor y veo lo mismo, una y otra vez; quizá con diferentes actores, pero en los mismos escenarios y con los mismos papeles aprendidos. Y cada persona que pasa por este mundo perdiendo la fe en el cambio, la capacidad para ver las cosas de forma diferente, es una oportunidad única perdida para transformar la realidad que tenemos y que se presenta, para tantos, tan injusta.
No deberíamos permitirlo y, sin embargo, lo hacemos.
Hace unos cuantos años, en una discusión sobre la guerra de Iraq, alguien me dijo que "para que nosotros vivamos bien, otros tienen que pasarlo mal".
Esa es la lógica que parece imperar.
Somos incapaces de mirar más allá del beneficio propio, obtenido de forma rápida y a bajo coste. Somos incapaces de mirar a otros a la cara y reconocernos en ellos. Y, por supuesto, estamos demostrando también ser incapaces de cuidar de este planeta en que vivimos.
Igual es cierto que la historia no es cíclica y lo que ocurre, aún peor, es que la historia, nuestra historia, está estancada.
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