miércoles, 28 de mayo de 2008

Bil'in

Hace unas semanas, en el programa Shalom que emite los domingos por la mañana TVE2, escuché a la contertulia invitada decir que siempre había una alternativa, que siempre había un punto en el que parar y hacer las cosas de otra forma: más humana, más justa con los otros. Ellos hablaban del Holocausto, pero creo que su reflexión se puede extrapolar a otras situaciones.

Para quien no lo viera en su momento, le dejo aquí el enlace al documental Defiendo mi Tierra, que muestra la lucha pacífica de los habitantes de Bil'in, un pequeño pueblo de Cisjordania, contra el muro de separación que Israel construye.

Dice Ilan Pappe que a las minorías se las suele desdeñar, y tiene razón. ¿Quién iba a pensar que un puñado de palestinos y de israelíes, trabajando juntos, iban a modificar la ruta del muro?. Aquí tenemos un claro ejemplo de que merece la pena seguir adelante cuando todos los demás te dicen que tus esfuerzos son en vano. Siempre habrá quien dirá eso de '¿Y qué? El muro sigue ahí' o aquello otro de 'Esos israelíes ni son israelíes, ni son judíos, ni son nada: sólo escoria, vergüenza'. Bueno, allá ellos con sus posiciones simplistas.

Este documental muestra cómo esas minorías oprimidas, los palestinos, y esas otras no escuchadas, los israelíes críticos con su Gobierno, los que toman conciencia de la situación, se organizan para cambiarla y, además, lo logran. Son ellos los que lo hacen. Puro desarrollo comunitario, vaya.

Qué gusto cuando la gente se entiende.





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