miércoles, 12 de noviembre de 2008

Desde Gaza y Sderot... con amor

Tendiendo puentes creo que fue el nombre que le di a la entrada sobre la famosa obra arquitectónica que Calatrava había diseñado para colgar sobre Jerusalén y que tanto dio que hablar.

Ahora se trata de otra cosa: se trata de dos amigos que decidieron no ser enemigos; cada cual con su sufrimiento y preocupaciones, sin poder verse por el cierre sobre Gaza y con muchos, estoy casi segura, de sus propias comunidades practicándoles vudú. Pero ahí siguen: escribiendo, celebrando, yendo a contracorriente.

Y es que los muros serán muy altos y los ejércitos muy poderosos pero, igual que en aquella película -Cadena perpetua- el protagonista decía que había escuchado música en la celda de aislamiento porque su pensamiento era lo único que no le podían arrebatar, estos dos hombres se empeñan en mostrar al mundo que las palabras, a veces, son más poderosas que las balas y los morteros, y que vale la pena poner lo único que nos queda al servicio de la paz.

Life must go on in Gaza and Sderot





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