sábado, 10 de enero de 2009

Creo


Hace un par de días, di dos besos a mi hermana para despedirme y empecé a bajar las escaleras. Me dijo "espera, espera, escucha esto". Volví a subir el par de escalones que apenas me había dado tiempo a bajar y me preparé para una sesión de canciones de amor adolescente con un punto rebelde. Está en la época en la que lo que mola es poner los altavoces (que yo le compré para Reyes, mea culpa) a todo volumen y cantar a voz en grito, para que se entere el mundo.

¿Huecco? ¿y este quién es?

Me sorprendió la letra. Hay quien lo ha tachado de vulgar, de comercial. Será cuestión de gustos, pero entre lo vulgar y lo comercial que habla de la hipocresía rampante de estos días y lo vulgar y lo comercial que habla de lo chula que es mi pivita, me quedo con lo primero.

Y viva la vulgaridad.






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