viernes, 23 de enero de 2009

Olmert, el de buen corazón


Olmert lloró, ¿quién no lo haría? dijo.

Lloró por los niños palestinos.

Y con esas lágrimas lava ahora la imagen de Israel de cara al mundo.

Nosotros también lloramos, no somos animales, parece querer decir.

Es el mismo mensaje de fondo que aquel de los panfletitos que hacian llover sobre Gaza: ¡ayudadnos a parar esto, está en vuestras manos! nosotros no queremos que ocurra, pero no nos han dejado otra opción.

A ellos nunca les queda otra opción.

He visto el vídeo dos veces, simplemente porque no podía creerme lo que estaba escuchando. No sé ni cómo tomármelo: si como una especie de reality show macabro o como un intento de mostrar la verdad.

Santo Dios.






No hay comentarios: